lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Aún quiero ser princesa?






Ahora que estoy de casi vacaciones, decidí retomar lo que tanto me gusta hacer: Escribir*



Bueno, últimamente, estuve navegando por muchas páginas web sobre la Princesa Ana y Mia; si aún no sabes quiénes son o si lo sabes y piensas que es la mejor salida, veremos qué tal es en realidad.






Empezaré a hablar por mí. No soy flaca. No soy obesa. Seré el término de contextura "normal"; así catalogan al término medio "ni gorda ni flaca". Pero yo soy consciente de que me siento gorda, de que tal vez todas las nuggets que deboré a la salida de clases sí hicieron tal efecto y todos los dulces que me encantan, también.






Pero y ¿qué?, ¿por qué es un insulto decirle "gorda" a una chica y no "flaca"?. Porque cuando te dicen "estás delgada" aumentan o utilizan como sinónimo "te ves bien"; ¿desde cuándo estar flaca es verse bien?. ¿Porque una gordita no lo puede ser también?. Porqué decir gordita con cariño y no gorda porque suena mal, y no sucede lo mismo con flaca y flaquita.






Sí, es verdad que la sociedad tiene algo de culpa; que publica cuerpos bellos; y donde las super modelos en sí DEBEN ser delgadas. Pero si nos vamos a pasar la vida entera echandole la culpa a esta sociedad, no hacemos nada bueno eh.







Es culpa nuestra, por aceptar esos estereótipos de mujer perfecta; donde sólo cabe espacio para la belleza exterior, porque todo entra por los ojos, ¿no?. Y que hay con lo interior, pudriéndose poco a poco.








En este post, estoy hablando de las que hemos querido, o queremos ser princesas algún día; pero el término "princesa", metafóricamente. Las que viven en los cuentos de hadas y tienen todo, todo lo que desean. Las que tienen un principe, sí aunque sea como sapo y con un beso zaz! el ser más hermoso del planeta.






Las princesas de ensueños, las que sí cumplen sus deseos; las que tienen una vida envidiable... esas las que viven felices para siempre.

Anorexia y bulimia, dos enfermedades mejores amigas; enfermedades psicológicas que principalmente padecen adolescentes y jóvenes y en mayor proporción mujeres.
No quiero alagarme más en la teoría. Si no quiero que veamos la vida real.

Yo en algún momento intenté ser bulímica. Sí ¡lo confieso!. Pero soy tan asquienta, que me dio asco mi propio vómito, y las únicas veces que vomito son cuando tengo soroche (un motivo por el que odio viajar a altura y eso que amo viajar). Fue en una época, en la que me sentía mal conmigo misma, "VERANO" donde las flacas pueden ir sin vergüenza a la playa a mostrar el bikini mas chiquito; y yo usando bóxers y bvds, los mas largos y anchos por cierto. Era esa época, en la que con el maldito calor casi andaban calatas por la calle. Yo me acomplejaba de mi cuerpo, antes era más gorda, así que con más roche.
Intenté vomitar, metiendome un dedo, dos dedos, la mano entera xD el cepillo de dientes; pero nada. Sentía que si vomitaba se iba parte de mi alma, y sabía que lo que quería hacer estaba mal. Yo era consciente de que si me funcionaba la primera, lo iba a seguir haciendo, con más frecuencia; hasta conseguir el peso ideal. Pues en realidad es un vicio, una dependencia, algo que no tiene salida si no recibes ayuda a tiempo. Además en ese momento tenía el autoestima totalmente destruido, era muy insegura, tímida a más no poder. Pensaba que nadie me hacía caso y que era una gorda que no servía para nada. Tenía muchas traumas y moría en vida.
Todo eso fue gracias a que algunas burlas o jodas como las llamamos me caian muy a pecho, muy a dentro e interiorizaba cada insulto, cada broma, cada apodo; y las formaba como algo innato, era cruel y me hacía daño.

Hey, pero llegó el día en que me miré al espejo y me reí tanto de mí, me insultaba yo misma; me dije las peores cosas que pueden imaginar. Me hice fuerte, para que nunca más me llegue a siquiera rozar alguna broma de mal gusto; y si lo hacían me resbala; porque ahora en ese intercambio, entre la chica del espejo y yo, nació algo muy fuerte de mí. El valor de aceptarme tal como soy y recordar lo mucho que me respeto.

Y bueno. aquí me ven, sigo rellenita porque decidí no escoger ese camino, que al final solo trae una felicidad dibujada, porque en el fondo sabemos que esta mal, y que no solo nos daña a nosotros mismos; si no a nuestro entorno; sí a ese que tanto nos quiere y que está con nosotras incondicionalmente, el cual sufre demasiado, tal vez igual que nosotros internamente.

Pero si no bajo de peso no es porque no quiera, si no que aprendí a aceptarme tal como soy, como lo dije; a amarme sin temores, sin complejos, con oídos sordos. Y que se zurran los que no quisieron estar conmigo porque me querían ver con 5 kilos menos (jajaja ahora me río). Yo soy muy feliz, con mi familia, con mi novio, con mis amigas. Y sé que no necesito nada más.

Existen otros modos más saludables de bajar de peso. Ir al gym por ejemplo, ahora iré como forma de relajarme, la verdad llevo una vida muy sedentaria; y no quiero ser obesa porque es un extremo, y los extremos siempre están mal. Ni flaca, ni gorda y saben ¿por qué?: Porque es mi decisión.

Espero que esto lo leo alguién que piensa en recurrir a este camino; porque según ustedes mismos es el único que les queda. Pero hey, ¡despierta! La vida es para vivirla. Vívela bien, sano, feliz ... con VIDA!
Y si ya estás dentro, saca tus fuerzas, y lucha por ti, por los que más te quieren.















Esta canción, aunque no es de una de mis favoritas; me mata la letra.

Beautiful - Christina Aguilera




Y a ver si ven este video =)

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